Mientras escribía este articulo recibo noticias de que Jordi Sánchez ha sido trasladado de módulo, tiene 24 horas un funcionario que lo custodia y se encuentra en la práctica sometido a incomunicación. Esta es la democracia española.
Vestigios de libertades
Poco o nada va quedando en Occidente de las libertades, ciertamente sólo restan vestigios, retales de derechos laborales, de derechos civiles que se van disolviendo o liquidando bajo la recurrente seguridad nacional, al unísono también el derecho a un trabajo o a una pensión digna, a la vivienda, a la sanidad o a la educación.
En este contexto, las amplias clases medias siguen mermando y desapareciendo, empobreciéndose, al tiempo que también lo hace la clase trabajadoras. Las desigualdades crecen, se multiplican, se vuelven insalvables, caminamos inexorablemente hacia un mundo cada vez más desigual, más injusto y autoritario
Desigualdad que además se ha extendido y multiplicado en los países desarrollados, de tal modo que los estados y sus instituciones se reducen a ser administradores de las estrategias de las transnacionales, de los oligopolios y del capital financiero.
La crisis del 2008 y el control de las sociedades
La crisis de 2008 no ha revisado y corregido los errores que la provocaron, sino que ha llevado a una fuga hacia delante de las economía, las bolsas mundiales están hiperinflacionadas, no correspondiéndose para nada su valores con la actividad económica de las empresas y de los mercados.
En pocas palabras, existe una inmensa burbuja en la bolsa, pero también en sectores económicos señalados en cada país, también una emisión de dinero por los bancos centrales que no posee correspondencia alguna con el crecimiento económico, hasta tal punto que se emite deuda que luego se compra produciendo moneda. Es decir, es como si usted pagara sus deudas imprimiendo billetes que usted firma. El endeudamiento de los Estados se acrecienta exponencialmente.
Pero 2008 también sirvió para que los Estados y los interés económicos que los dirigen aprendieran que había que eliminar cualquier posibilidad de que la sociedad civil se organizará y cambiara el rumbo de los acontecimientos. Así fue en Grecia pero no es el único ejemplo, Ecuador y otros países latinoamericanos también están siendo objeto de la demolición de los logros de la última década.
En Ecuador, como ocurre en Cataluña a través de la judialización de la actividad política y la asfixia económica.
Los que ostentan el poder real saben perfectamente que los tiempos que vivimos y están por venir serán aún más desiguales e injustos, que una parte del crecimiento económico forzado está en el abaratamiento de los costes del trabajo y del empeoramiento de las condiciones sociales de la población, con Estados cada vez más escuálidos y con menos prestaciones y , por supuestos menos carga fiscal para el capital, con los servicios públicos privatizados en su casi totalidad.
En este contexto les urge que las democracias sean formales, aparentes y limitadas en su soberanía, así es que no cabe el derecho a decidir.
Cataluña, el laboratorio del secuestro de las libertades.
Ciertamente es patético, una auténtica anomalía, barbaridad democrática que se esté desarrollando un proceso electoral en Occidente tras derrocar a un gobierno legítimo, con el Presidente en el exilio, secuestrando los poderes de la asamblea legislativa que es el Parlamento de Cataluña, tras encarcelar a gran parte de los miembros del gobierno, y de los representantes de las organizaciones civiles y además tras impedir el legitimo derecho de un pueblo a decidir su destino, sin la posibilidad de que dos de los cabezas de lista pueden hacer campaña electoral, pero con todo lo anterior, con todos los poderes económicos interviniendo con absoluto descaro, con el conjunto del aparato del estado en contra, con la integridad de los medios de comunicación, Cataluña refrendará el sí a la Independencia el día 21.
Occidente, por ende el conjunto de las sociedades y naciones del mundo asistimos a posibilidad de que aun exista alguna esperanza para la democracia y la soberanía o a su liquidación.
Si tras el 21 se mantiene el 155 y no se permita al pueblo catalán ejercer su derecho, el mensaje y la confirmación que Cataluña enviarán a todos los europeos y al mundo en su conjunto es que no hay opción pacifica y democrática para el ejercicio de la soberanía real, tanto en lo que se refiere a los derechos nacionales como a los derechos sociales y civiles.
En África, a 17 de diciembre de año del kaos.